El Cerezo de los Amantes Perdidos

 

El Cerezo de los Amantes Perdidos

En el año 1813, en una pequeña ciudad europea con profundas raíces japonesas, un majestuoso árbol de cerezo se erguía en la plaza central. Sin embargo, su belleza era un misterio, pues solo había florecido una vez en toda su historia. La leyenda decía que sus flores solo aparecerían cuando dos almas opuestas se amaran con un amor puro y apasionado.

En la temporada de debutantes de aquel año, Selene Scalford hizo su primera aparición en la alta sociedad. A pesar de su elegancia y belleza, Selene no compartía la despreocupación de muchas jóvenes de su edad. Su vida estaba marcada por la sombra de su difunto padre, un hombre cruel que había sometido a su madre, a su hermana Sunette y a ella a un constante tormento. Ahora, su madre, Lady Scalford, había encontrado refugio en un nuevo compromiso con Lord Arukov, un noble de la región.

Fue en los jardines de rosas de Lady Tanaka, durante un baile, donde Selene conoció a Alexei Arukov, el frío y distante heredero de su futuro padrastro. Con su piel pálida y cabello oscuro, imponía respeto con su sola presencia. Desde su primer encuentro, Selene sintió una conexión inexplicable. Alexei, aunque distante, también se sintió atraído por ella.

A medida que pasaba el tiempo, comenzaron a encontrarse en secreto: paseos bajo la luna, cartas apresuradas y encuentros furtivos en el bosque. Su amor floreció en invierno, cuando todo parecía estéril, pero ellos hallaron calor en su mutua pasión. Sin embargo, el destino fue cruel. Alexei empezó a cortejar a otra joven noble, y aunque nunca habló de ello, su corazón comenzó a inclinarse hacia ella.

Cuando Selene descubrió la verdad, su mundo se derrumbó. Desesperada, corrió hacia la plaza donde estaba el legendario cerezo. Cayó de rodillas frente al árbol, suplicando al destino una señal de que su amor había sido real. En ese momento, por segunda vez en la historia, el árbol floreció. Sus pétalos rosados cayeron suavemente, rodeándola, como si el universo quisiera consolar su dolor.

Al día siguiente, Selene desapareció. Algunos dicen que se marchó a tierras lejanas; otros susurran que se entregó al viento, convirtiéndose en uno con los pétalos del cerezo. De Alexei nunca se supo nada más, y nadie logró entender lo que realmente sintió al ver las flores.

Desde entonces, la leyenda del Cerezo de los Amantes Perdidos persiste. Se dice que, cuando un corazón ama con intensidad pura, el árbol florece como testigo de ese amor inmortal.. Pero también se advierte que, si el amor es

traicionado, el cerezo llorará en pétalos caídos, recordando a los amantes que nunca

pudieron estar juntos.

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