La primera tela de araña
La primera tela de araña
Por Amalia Sosa, 9º1
Se dice que, hace mucho tiempo, cuando las arañas aún no sabían hacer sus telas, había una muy pequeña. Tan diminuta era que, pobre, no podía comer, ya que las otras arañas, que en esos tiempos eran muy grandes, le robaban la comida y se burlaban de ella.
Un día, mientras la pequeña araña caminaba, vio a una viejita tejiendo. Le gustó mucho lo que hacía y quiso aprender también. Se puso manos a la obra e intentó de todas las formas posibles, pero no lo lograba.
Triste, volvió al lugar donde había visto a la viejita tejer. Curiosa, se acercó y le preguntó:
—Yo también quiero hacer eso, ¿cómo lo hago?
La señora, amablemente, la ayudó y juntas descubrieron que la araña podía tejer de una forma especial. Desde ese día, la araña usó su habilidad para cazar, y ninguna otra araña volvió a burlarse de ella. De hecho, todas le pidieron que les enseñara. Así, se dice que nacieron las telas de araña.
